El control ambiental es una medida preventiva de tipo general que se transforma cuando identificamos al alérgeno agresor. En la actualidad no se concibe una terapia específica de una afección alérgica como el asma o la rinitis, sin que se realice previamente una individualización del agente o los agentes desencadenantes, los cuales inducen en el paciente, el proceso inflamatorio en las vías aéreas, lo que trae como resultado final la obstrucción bronquial.
En HERLO|BioImmune coadyuvamos a identificar cada uno de los agresores; alérgenos, agentes físicos y climáticos, factores emocionales, entre otros, para evaluar su importancia en distintos momentos de la enfermedad, recordando que pueden actuar individualmente o asociados. Una vez que se reconoce el agente causal, se deben tomar todas las medidas disponibles para lograr evitarlo y eliminarlo, si es posible, pero si pese a esta tarea exhaustiva no obtenemos beneficios y el agresor es un alérgeno, lo indicado sería sumarle la inmunoterapia específica.
HERLO|BioImmune desde su creación y fundación, ha tenido como prioridad la innovación, el progreso de la biotecnología y el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos de enfermedades alérgicas, tomando en cuenta siempre, que la historia clínica es fundamental en la sospecha de éstas enfermedades.
Comprometidos con la investigación y el desarrollo de tecnologías para la identificación de alérgenos desencadenantes de cuadros asmáticos, rinitis alérgica, dermatitis atópica, conjuntivitis alérgica y dermatitis de contacto, hemos creado productos con grandes avances de alta calidad para el diagnóstico y tratamiento etiológico de los procesos alérgicos.
Actualmente, las pruebas cutáneas son una confiable aplicación en la identificación de los alérgenos desencadenantes de cuadros asmáticos, rinoconjuntivitis alérgica, dermatitis atópica, urticaria y alergias alimentarias. Considerando que no todas estas enfermedades son de carácter alérgico, las pruebas permiten hacer el diagnóstico diferencial entre cuadros alérgicos y no alérgicos.
También nos permite identificar el alérgeno y proponer otros métodos complementarios al diagnóstico de asma, rinitis y conjuntivitis alérgica, como por ejemplo; las pruebas de provocación bronquial, nasal y conjuntival con alérgeno específico.
La principal causa del asma son los alérgenos (proteínas capaces de inducir una reacción alérgica mediada por IgE) aerotransportados por el Polen, Polvo, Ácaros, Esporas de Mohos, Epitelios, Caspas de animales o partículas de residuos de insectos.
Están relacionadas con el mecanismo de hipersensibilidad inmediata tipo I, mediadas por inmunoglobulina E (IgE). Este grupo de pruebas están consideradas las de tipo puntura (PT) y la intradérmica (ID). Ambas consisten en colocar el extracto alergénico en contacto con las células cutáneas, las cuales reaccionan liberando mediadores inflamatorios locales que promueven la formación de una pápula con eritema, demostrando la presencia de IgE específica para el alérgeno testado.
Los resultados son obtenidos a los 15 o 30 minutos y la respuesta positiva se manifiesta como una pápula con halo de hiperemia, donde el diámetro de la pápula debe ser >3mm, de acuerdo a criterios internacionales de positividad preestablecidos, independientemente del extracto estandarizado utilizado. Siempre es necesario utilizar dos controles intrínsecos a las pruebas, siendo el control negativo el diluyente de los extractos y el control positivo una solución de histamina de 10mg/ml.
Se relacionan con la reacción de hipersensibilidad tardía tipo IV, mediadas por células T, según la clasificación de Gell y Combs. Las pruebas cutáneas de lectura tardía tipo parche, son métodos importantes para identificar agentes que desencadenan cuadros de dermatitis de contacto alérgico o irritativo principalmente, pero también en casos especiales de urticaria por contacto.
Se realizan en un periodo de tiempo más largo, ya que en este caso la respuesta es de tipo celular (linfocitos T) y los resultados se obtiene 72 horas después del contacto del alérgeno con la piel.
Cuantificación de inmunoglobulina E (IgE) total.
Esta prueba se realiza en suero, utilizando diferentes métodos, enzimáticos y/o radiactivos. La disponibilidad de pruebas in vitro cuantitativos para IgE total y específica asociadas a pruebas para la detección de los principales alérgenos inhalantes ambientales, permite determinar la asociación entre exposición y sensibilización.
Técnica desarrollada desde 1967 y aún vigente, como complemento en el diagnóstico en enfermedades alérgicas, medidas por IgE (la especificidad y sensibilidad varía según el alérgeno evaluado). En algunos casos es útil para determinar el momento adecuado para la reintroducción del alérgeno, después de su exclusión, en los casos de alergia alimentaria.
Las pruebas de provocación oral controlada (PPO), son utilizadas también para el diagnóstico de reacciones alérgicas a alimentos y medicamentos, consisten en la administración de dosis crecientes del producto sospechoso por vía oral y observamos si provoca una reacción alérgica similar a la referida en la historia clínica del paciente. Es un procedimiento diagnóstico definitivo considerándose que demuestra la relación entre manifestación clínica y el producto ingerido.
Las pruebas cutáneas presentan un valor predictivo negativo del 80% al 100% y predictivo positivo de menos del 50% en los casos de reacción alérgica a medicamentos, haciendo sugerir un diagnóstico que debe ser confirmado con pruebas séricas y pruebas de provocación alérgeno específica.